Bienvenida Tlaxcala

A la narcocultura

Los hechos violentos de la semana pasada en el estado de Tlaxcala, en donde al menos 15 personas fallecieron a causa de la violencia armada, son una prueba irrefutable de que la pequeña entidad ha ingresado ya, formalmente, a la dinámica del crimen organizado que incluye encajuelados, mutilados y cadáveres calcinados al pie de la carretera.

Nada la piden esos 15 homicidios a las cuentas funestas que entregan otros estados del norte del país o del Bajío, que siendo mucho más grandes compiten en cantidad con el número de acribillados reportados en el estado de Tlaxcala durante los últimos días.

A estos casos debemos sumar el fenómeno de los feminicidios, ya comunes en nuestras latitudes y que esta semana sumaron dos ejemplos de crueldad inenarrable y desprecio por la vida, especialmente por la vida de las mujeres.

Bienvenida Tlaxcala, al fenómeno de la narcocultura. Desde hace tiempo había indicios de las intentonas del crimen organizado por penetrar nuestras fronteras. Parece que lo lograron.